La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), investiga sobre el narcotúnel localizado en la frontera entre San Diego, Estados Unidos y Tijuana, Baja California, México.
Este túnel transfronterizo está equipado con uno de los sistemas de ventilación e iluminación más avanzados detectados en los últimos años.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) informó que elementos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos descubrieron el túnel.
¿Cómo fue el hallazgo?
De acuerdo con autoridades estadounidenses en abril hallaron el túnel, cuando agentes de campo de la “Border Patrol” detectaron anomalías durante una operación de vigilancia en la zona limítrofe entre ambos países.
El pasadizo subterráneo tiene una extensión de aproximadamente 350 metros y destaca por contar con un sistema altamente sofisticado de iluminación y ventilación, lo que indica que lo diseñaron para operaciones prolongadas y de alto volumen, señalaron fuentes del CBP.
El inmueble donde culmina el túnel, ubicado en el área industrial de Otay Mesa, permanece asegurado bajo custodia de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
De esta manera, la DEA inició una investigación federal sobre la estructura y sus posibles vínculos con organizaciones criminales internacionales.
¿Cómo participa México con relación a este hallazgo?
Por parte del gobierno mexicano, agentes federales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) se encargaron de identificar el punto de entrada del túnel.
En la ciudad de Tijuana, se localizó la estructura en una vivienda aparentemente abandonada en la colonia Nueva Tijuana, en la delegación Mesa de Otay.
Dentro del domicilio, las autoridades encontraron un mecanismo oculto bajo una tapa metálica instalada en la sala, que da acceso a una escalera de casi 13 metros de profundidad y conduce al túnel.
¿Qué se dice del narcotúnel?
Mientras las autoridades mexicanas señalan que el túnel lo abandonaron semanas atrás, funcionarios estadounidenses estiman que la construcción data de varios años.
Debido a estas versiones se abren nuevas líneas de investigación sobre su uso previo y posible reactivación reciente.
Este hallazgo se suma a una serie de descubrimientos similares a lo largo de la frontera San Diego-Tijuana, considerada una de las zonas con mayor número de túneles ilícitos detectados en los últimos veinte años.